El juez decano de Madrid, Antonio Viejo, no cursará una petición de la justicia belga para advertir al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena de que debe comparecer ante un tribunal de ese país para prestar declaración. Antonio Viejo ha considerado que la petición resulta "improcedente"
Esta citación trae causa de la demanda interpuesta el pasado 5 de junio por Carles Puigdemont, a la que se adhirieron los tres exconsejeros prófugos en Bruselas y Escocia. En su demanda, piden para Llarena una condena (el pago de 5 euros) por su supuesta "parcialidad y obstinación".
La verdadera finalidad de esta demanda no es otra que recusarlo u apartarlo de la causa.
Según fuentes jurídicas, el decano de Madrid piensa rechazar de plano tal petición: un juez como Llarena, perteneciente a la cúpula de la justicia penal española, cuando está en el ejercicio de su función, se constituye "en un poder del Estado en el ejercicio de su jurisdicción", "y actúa en el marco de la soberanía española" "por lo que un juez de otro país no puede entrar a valorar la instrucción hecha por un colega comunitario atendiendo a una simple petición de los acusados"
De hecho, señalan que la petición vulnera el reglamento de 2007 del Consejo de Europa sobre notificaciones judiciales en el ámbito comunitario.
En este sentido, Bélgica ha rechazado la entrega de los exconsejeros huidos por delitos de rebelión y malversación de caudales públicos, alegando un supuesto defecto de forma en la euroorden realizada por Llarena y Alemania, en donde se encuentra actualmente Puigdemont, no ha tomado una decisión todavía.
Finalmente, fuentes del Supremo señalan que se rechazará la entrega de Puigdemont si Alemania insiste en entregarlo sólo por el delito de malversación y excluyendo los de rebelión y/o sedición.
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